Hacia una política basada en datos
Hay un “Periodismo de Datos” o basado en datos (en Bases de Datos y en Big Data), Al mismo tiempo, la tendencia es ir hacia una Política, en general, y hacia políticas públicas concretas basadas en datos; tanto en su diseño como en su ejecución y evaluación de resultados. Para ello es imprescindible no sólo la generalización del uso de las TIC en la Administración pública, sino su orientación a la generación de esos datos.
En esta nueva “Política de datos” hay que tener en cuenta, al menos, tres aspectos importantes. La Protección de Datos, la Apertura de Datos (Open Data) y Reutilización de Información del Sector Público (RISP), y el Análisis y Visualización de Datos. Para esto es esencial utilizar el Big Data, como hace ya el sector privado, y –por qué no- la computación cognitiva o Inteligencia Artificial.
Gobernar ha sido siempre una tarea necesitada de datos.
Crisis y pandemias vuelven a recordarnos lo importantes que son los datos para adoptar las decisiones adecuadas y poder hacer las mejores previsiones. El big data es una tecnología que no solo va a modificar la eficiencia en la provisión de servicios públicos o en la precisión de la planificación estratégica; sino también las relaciones entre la ciudadanía y el poder público.
Al mismo tiempo en que también modifica la relación entre los políticos y el sistema administrativo. Naciones Unidas ha hablado de una “revolución de los datos”; gracias a la cual se generaría un conocimiento objetivo, neutral e irrefutable. Del mismo resulta una acción de gobierno más racional y apolítica, un servicio público que no especule con meras hipótesis ni sea esclavo de la ideología. Pasaríamos de una evidencia definida por la política a una política basada en la evidencia.
Estas prácticas son importantes, pero no serán de mucha utilidad si el gobierno no está comprometido a evaluar; así como a desarrollar y revisar sus políticas con el uso de datos y evidencia.
Vale la pena recordar que la evidencia es una herramientas, no una solución para todos los asuntos. Algunas políticas serán informadas y justificadas por información y datos que no tienen que ver con el análisis empírico de su implementación.