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Hoy es posible predecir el comportamiento humano y social con un 95% de precisión

La digitalización de todos los datos producidos por el ser humano a través de tecnología (desde los primeros sistemas de registro hasta la actualidad) ha tomado menos de 30 años; si a mediados de los 80 menos del 1% de la información estaba en formato digital, hoy esa cifra llega al 99%.

Su magnitud es tal que hoy la información digital es similar a la contenida en toda la biosfera y, lo que es más asombroso, se comporta de manera parecida: los datos en internet crecen exponencialmente, se replican con alta fidelidad, evolucionan desarrollando habilidades diferenciales, se expresan a través de la inteligencia artificial y tienen una capacidad sin límites para recombinarse virtualmente.

Estas son solo algunas referencias para poder dar cuenta de la importancia del tamaño que ha alcanzado el universo digital y -principalmente- del nivel de precisión en la comprensión y predicción del comportamiento humano que pueden aportar los sistemas de inteligencia artificial.

Inteligencia artificial aquí y ahora

Sólo como ejemplo de cuán inmersa está la inteligencia artificial (IA) en la sociedad; podemos señalar que el 85% de las transacciones en las bolsas son hechas por estos sistemas. Campañas políticas y patrones de consumo son otros de los escenarios en que la IA ya juega un rol de la más alta relevancia; al procesar, entender y predecir el comportamiento de las personas, y definir los elementos que influencian sus decisiones.

Podemos acordar en que el problema no es la tecnología, sino los usos que se están haciendo de ella; que pueden afectar la democracia. Por eso, es de extrema relevancia el fortalecimiento de la investigación que estudia los datos desde sus fundamentos a sus aplicaciones.

Ahora podemos hacer predicciones con hasta 95% de exactitud, basándonos en los datos, su análisis y la teoría. Los datos nos han dado el empuje para que las ciencias sociales se conviertan en una ciencia.